16 de Mayo de 2018
Ser Doctor en ocio, cultura y comunicación para el desarrollo en Colombia
Ser Doctor en Ocio en el mundo es orientarse al fomento de la investigación y la generación de conocimiento en temas relacionados con el ocio, los estudios de las lenguas, la cultura, y la comunicación.
Por: Redacción / Colaboración: Universidad de Deusto - Bilbao - España
Foto: Archivo / Bilbabo 2018 - U. de Deusto
En nuestro país son muy pocos los Doctores titulados en Ocio y que cumplan con las competencias que se adquieren en el programa ofrecido por dos Universidades en el mundo, la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil y en España la Universidad de Deusto, en Bilbao:
-
Comprensión sistemática de un campo de estudio y dominio de las habilidades y métodos de investigación relacionados con dicho campo.
-
Capacidad de concebir, diseñar o crear, poner en práctica y adoptar un proceso sustancial de investigación o creación.
-
Capacidad para contribuir a la ampliación de las fronteras del conocimiento a través de una investigación original.
-
Capacidad de realizar un análisis crítico y de evaluación y síntesis de ideas nuevas y complejas.
-
Capacidad de comunicación con la comunidad académica y científica y con la sociedad en general acerca de sus ámbitos de conocimiento en los modos e idiomas de uso habitual en su comunidad científica internacional.
-
Capacidad de fomentar, en contextos académicos y profesionales, el avance científico, tecnológico, social, artístico o cultural dentro de una sociedad basada en el conocimiento.
A su vez el Doctorando adquiere las siguientes capacidades y destrezas personales para:
-
Desenvolverse en contextos en los que hay poca información específica.
-
Encontrar las preguntas claves que hay que responder para resolver un problema complejo.
-
Diseñar, crear, desarrollar y emprender proyectos novedosos e innovadores en su ámbito de conocimiento.
-
Trabajar tanto en equipo como de manera autónoma en un contexto internacional o multidisciplinar.
-
Integrar conocimientos, enfrentarse a la complejidad y formular juicios con información limitada.
-
La crítica y defensa intelectual de soluciones.
Foto: Archivo / Graduación Doctorando - U. Deusto - Bilbao - España
Foto: Archivo / Graduación Doctorando - U. Deusto - Bilbao - España
Para entender un poco más de lo que se trata ser Doctor en Ocio, vamos a transcribir unos cortos apartes de la Tesis EL BINOMIO OCIO-FAMILIA DESDE EL ENFOQUE DEL OCIO HUMANISTA, cuyo autor es precisamente Angel Miller Roa Cruz, Doctor en Ocio, graduado recientemente de la Universidad de Deusto en Bilbao España y Docente de la Universidad Sur Colombiana en Neiva (H), Colombia. Su Tesis fue laureada por la Institución:
“De manera cotidiana se menciona la recreación, el ocio y el tiempo libre, como elementos importantes en nuestra sociedad; si bien, en el imaginario colectivo, no se advierte mucha claridad ni diferencias entre dichos conceptos, sí es cierto que todos, expertos y quienes tienen poco conocimiento sobre el tema, reconocen en ellos un sinnúmero de beneficios y resaltan su conveniencia para personas y colectivos en general; por esta razón, de manera muy frecuente se convoca a las familias y grupos sociales de diferente índole a que experimenten y disfruten el ocio a través de las variadas formas en que se puede vivenciar.
Hablar de ocio no demanda solo una necesidad de entender este concepto y encontrar sus diferencias con tiempo libre y recreación, sino, sobre todo, reflexionar sobre lo que el ocio debería ser y las potencialidades que tiene en pos de un desarrollo humano integral”.
Foto: Archivo
“Las dinámicas de experimentación del ocio y uso del tiempo libre se insertan en el conjunto de necesidades que los Estados modernos han procurado satisfacer a lo largo de la historia, creando estrategias e instituciones que generen un ámbito propicio para garantizar la seguridad social de las personas. Si bien es cierto que la recreación y el sano esparcimiento no se enmarcan en ese conjunto de necesidades básicas aún insatisfechas en buena parte de los países latinoamericanos, los Estados sociales las han reconocido como un derecho fundamental para el desarrollo armónico de los ciudadanos, como es el caso de Colombia: «El ejercicio del deporte, sus manifestaciones recreativas, competitivas y autóctonas tienen como función la formación integral de las personas, preservar y desarrollar una mejor salud en el ser humano […] forman parte de la educación y constituyen gasto público social» (Colombia. Constitución Política de Colombia, 1991).
De esta manera, como respuesta a los desequilibrios sociales, se consolida la idea de que: «La seguridad social encuentra su fundamento en la promoción de la dignidad y la libertad humana de manera orgánica e integral. La elevación del nivel de vida y el bienestar son las expresiones objetivas de su finalidad» (Cetina, 1986). Así, la importancia de dar solución a los problemas que degradaban la dignidad humana y afectaban el sostenimiento del núcleo familiar sumado al reconocimiento de la recreación y el sano esparcimiento como derechos civiles, condujo a la creación de las Cajas de Compensación Familiar, C.C.F., como entes adecuados para cumplir funciones de seguridad social (Colombia. Superintendencia del Subsidio Familiar, s.f).
En Latinoamérica, las Cajas de Compensación Familiar desempeñan, entre otros, un papel que es parte de su responsabilidad social: generar alternativas que contribuyan al bienestar de sus afiliados partiendo del reconocimiento de la recreación sana, el disfrute del ocio y el tiempo libre como oportunidades para el encuentro, generar esparcimiento, desarrollar creatividad y procurar descanso. Todo ello favorece y contribuye a la convivencia pacífica, la tolerancia y el desarrollo integral de las personas y comunidades.
Ahora bien, no se puede olvidar que la naturaleza de las Cajas de Compensación Familiar, su misión, cuyo estandarte, simbolizando al tiempo libre, ondea las banderas del ocio y la recreación y la posibilidad de que a través de ellas sea más factible un desarrollo integral, es producto de unas conquistas sociales posteriores a la revolución industrial. Se trata entonces, de una «reivindicación utópica de un tiempo libre equilibrado, cuantitativamente, con el trabajo y el sueño. Tiempo libre como derecho social de todo ser humano» (Cuenca y Aguilar, 2009: 14). Producto de estas conquistas sociales, todo el mundo puede llegar a tener tiempo libre pero no siempre una experiencia de ocio; entonces, tener un trabajo es parcialmente garante de tener una mejor calidad de vida, así como tener tiempo libre es parcialmente garante de vivir una experiencia de ocio. Es entonces cuando se advierte la necesidad de educación del ocio como estrategia adecuada para garantizar su optimización y potencialidades como factor de desarrollo humano. Esta premisa nos lleva a pensar que las instituciones y demás organismos que contemplan en su misión y visión fomentar buenas prácticas de recreación, ocio y tiempo libre, deberán también formarse para formar en ocio. Solo de esta manera conceptos como el de ocio y recreación dejarán de ser meras actividades inamovibles y podrán contribuir en los procesos de exploración que cada persona desarrolla de acuerdo a sus intereses y motivaciones.
A nivel nacional, Medellín ha sido una de las ciudades donde más investigaciones se han desarrollado en torno al tema de ocio y tiempo libre. Entre las ciudades que ponen en marcha esta clase de proyectos es conveniente citar a Tomás Bolaño, quien se ha dado a la tarea de indagar sobre el estado de la investigación de ocio, tiempo libre y recreación en el Politécnico Colombiano Jaime Isaza. Bolaño (1999) encontró que la mayoría de estas tesis se orientan a la indagación de aspectos que tienen que ver con la recreación como una herramienta de participación social y promotora de la vida sociocultural de las comunidades, especialmente de las más deprimidas del Departamento de Antioquia. Un total de 105 estudios desarrollados como trabajos de grado, han permitido encontrar que esta área es la que más producciones ha generado (Bolaño, 1999). Cabe mencionar también los estudios de Cabanzo (2009) sobre ocio y tiempo libre y sus percepciones y representaciones en la Universidad Pedagógica Nacional, cuyo interés central fue contribuir a una lectura inicial de los hábitos y dinámicas de la población universitaria en torno al manejo del tiempo libre en el contexto de una cultura del ocio.”
Foto: Archivo
Foto: Archivo / Evento Noviembre 20 de 2017
Foto: Archivo
Como se puede observar, es mucho lo que falta por hacer en nuestro país y Doctores como Angel Miller Roa Cruz permitirán ir concretando teorías y programas que redunden en el bienestar y calidad de vida de todos, ya que como lo cita Fernando Bayón y Carolina Meloni (Universidad Deusto), en su trabajo REPENSAR LA CIUDAD DESDE EL OCIO – 2015:
“Estamos ya acostumbrados a leer que, dentro de apenas quince años, más del 60% de la población mundial vivirá en entornos inequívocamente urbanos. En algunos países occidentales, esa tasa hace tiempo que se ha sobrepasado con creces. En otros muchos en vías de desarrollo, las conurbaciones metropolitanas conocen un crecimiento exponencial (al compás de flujos migratorios internos de gran intensidad). La intensificación de las relaciones entre el hombre y la ciudad es de tal magnitud que no parece exagerado hablar de una nueva condición urbana de la humanidad. Desde luego, las ciudades han sido siempre – pongamos que este “siempre” tiene casi siete mil años y nació a orillas del Nilo - cunas de civilizaciones, espacios del poder, sedes del Estado, focos de la ciencia, laboratorios de las letras y el vínculo social, asentamientos de la industria, escenarios de la cultura, conglomerados de servicios… pero parece que es hoy más que nunca cuando la densidad característica de lo urbano se extiende a imparable ritmo a todos los humanos y a todo lo humano.
Los estudios de ocio no pueden resultar ajenos a este fenómeno que redefine los espacios y los tiempos de la vida cotidiana por todas sus caras. Por decirlo muy sencillamente, los tiempos y los espacios del ocio se declinan cada vez más conforme a los tiempos y los espacios de las ciudades. La ciudad – las ciudades, inevitablemente en plural, a pesar del estilo franquiciado que rige cada vez más sus principios de planificación – no es sólo una cuestión física, sino una construcción social. Si el pensamiento político ha conseguido por fin interiorizar que el ocio expresa con especial riqueza las intensidades del ser humano, no se podrá entonces negar la trascendencia que tiene para las ciencias humanas saber interseccionar los estudios de ocio con los estudios urbanos.”
Foto: Archivo
Foto: Archivo
Por ser uno de los pocos Doctores en Ocio de Colombia; por su trabajo constante en pro del bienestar y estructuración de sus estudiantes de la Universidad Sur Colombiana de Neiva en el programa Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes; por ser un apasionado de lo que hace, Angel Miller Roa Cruz, es Personaje en El Reportero.
Foto: Archivo