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04 de Mayo de 2018

EDUCACIÓN SEXUAL

La sexualidad, una posibilidad

Uno de los dilemas al cual se enfrentan nuestros jóvenes, en cuanto a la sexualidad se refiere, es obtener casi siempre respuestas vagas, imprecisas y acercadas a la profesión de los mayores.

 

  • ¿Qué es la sexualidad? Pregunta Juanita a sus educadores.

 

El primer educador, tras santiguarse dijo:

 

  • No es dejarse llevar por los instintos, no es hacer como los animales.

 

El segundo, vendedor de anticonceptivos en sus horas libres, replicó:

 

  • No es la reproducción, no hay que confundir sexualidad y procreación.

 

El tercero, afamado psicoterapeuta, cuyos arreglos de matrimonios había sembrado el terror entre los abogados especialistas en separaciones, dijo:

 

  • No es asunto despreciable. Un matrimonio sin sexualidad o con una mala sexualidad fracasará sin duda. No hay pareja sin sexualidad.

 

La sexualidad no es sólo la pareja, dijo el cuarto educador que había acabado de conquistar una nueva dama y no estaba dispuesto a prescindir de la titular.

 

La sexualidad no es la sexualidad del varón, aseguró una quinta educadora.

 

La sexualidad no es sólo ni principalmente el coito, indicó el sexto educador.

 

Así que Juanita consultó el diccionario de sicoanálisis de Pontalís y Laplanche y copió:

 

“La sexualidad es una serie de excitaciones y actividades que producen un placer que no puede reducirse a la satisfacción de una necesidad biológica fundamental”.

 

Y entonces Juanita anotó en su diario: “Bien. Todo el mundo parece tener sólidas ideas respecto de lo que no es la sexualidad”.

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